Hoy tuvimos cinco horas de viaje hasta Victoria Falls. Lo hicimos de un tirón y nadie se quejó. Una vez allí nos costó encontrar el hotel. El GPS no acertaba al final por intuición lo encontramos, dejamos las maletas en el lodge y nos fuimos a ver las cataratas.
Fue muy gracioso por que se veía en el lado día cataratas tres niños locales con dos extranjeros llevándolos a ver las cataratas por el lado de las cataratas a un par de centímetros del abismo de 73 metros.
Más tarde vimos a un Tarzan pescando a un par de metros por las cataratas. El como sí nada con el taparrabos y un guardia diciéndole que saliese y el tío que no hacía caso.

Al acabar muertos de sed volvimos al hotel a cenar a un restaurante llamado el Buma de cocina local Zimbabweana. Había desde Elland, Warthogs, Impala hasta gusanos a la brasa que sabían a humo y estaban crujientes. Al acabar tocamos los bongos al ritmo que marcaba un señor.